Castelló arranca un 2020 ilusionante. Un año plagado de retos al que recibo haciendo balance y recordando lo mucho que ha crecido la ciudad en los últimos doce meses. Castelló se ha consolidado como un referente en ámbitos como el de los congresos, tras acoger un evento de gran calado internacional como ha sido el Foro España-Japón y conseguir tender puentes entre dos culturas tan lejanas y a la vez tan próximas. También hemos avanzado en materia de accesiblidad, consiguiendo para Castelló el segundo premio de Ciudad Accesible de la Unión Europea.

No cabe duda de que 2019 ha sido un año de éxitos y de mucho aprendizaje. Pero no podemos relajarnos ni dejar de avanzar hacia una Castelló mejor. Desde el gobierno municipal debemos esforzarnos para afianzar una ciudad que esté preparada para encarar los desafíos que presenta la nueva década. Nuestra ciudad goza de talento más que suficiente para conseguir que el recién estrenado 2020 sea otro año de crecimiento colectivo, innovación e igualdad. Ese es mi gran deseo. Para ello, es vital que todas y todos compartamos las mismas metas. Que trabajemos para cambiar la ciudad, garantizar los derechos de quienes la habitan y mejorar la vida de todos los y las castellonenses.

El primer paso es culminar la transformación de Castelló en una ciudad referente en Europa. Hay que seguir cooperando con las instituciones europeas y planificar proyectos innovadores con los que captar más fondos europeos. Fue así como en 2019 obtuvimos 7,4 millones para renovar el 92,16% del alumbrado municipal. O como sumamos 4,5 millones con los que convertir el Camí La Plana en un corredor verde que da una nueva vida al histórico camino. En 2020 debemos seguir en esa misma línea e ir mejorando, día a día, la reputación de Castelló.

Otra de las metas hacia la que los representantes públicos debemos caminar es la del objetivo deuda cero. Queremos cancelar la deuda acumulada en los años previos a nuestro mandato para que todos los fondos puedan destinarse a mejorar la vida de las personas. Ya hemos reducido el endeudamiento del 80% a poco más del 20%. Pero no es suficiente. En 2020 hay que seguir en la misma senda. Solo así tendremos el margen económico suficiente para definir unos presupuestos líderes en políticas transformadoras en base a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Dichas cuentas municipales serán decisivas para nuestro futuro, como también lo será la aprobación del Plan General que tanto necesita la ciudad, para la normalización urbanística, la seguridad jurídica que generará inversiones y empleo y el impulso a un modelo de ciudad que mejorará la calidad de vida.

De todos esos acuerdos nacerán proyectos prioritarios y beneficiosos para todos, como la finalización de la Ronda de Circunvalación, la reforma del edificio de Borrull, la ampliación del parque de vivienda social y su repercusión en los casos de emergencia habitacional, entre otros. Del esfuerzo, el acuerdo y el progreso surgirán todos esos objetivos, pero sobre todo una Castelló moderna, europea y preparada para un apasionante 2020.

*Alcaldesa de Castelló