Recuerdo el parque Ribalta con admiración y cariño. Su valor histórico y el fuerte vínculo que comparte con nuestra ciudad lo han convertido en un símbolo esencial de Castelló. Los bancos de cerámica que lo rodean, sus laberintos, el gran estanque, una vegetación centenaria o el Templete de la Música lo convierten en un oasis en medio de la ciudad.

A día de hoy, el parque Ribalta se conoce como el pulmón verde de la capital de la Plana. Porque, al fin y al cabo ese es el objetivo de las zonas verdes, aumentar el bienestar de la ciudadanía. Conscientes del papel que juegan en la calidad del aire, el grupo municipal socialista trabaja en esa línea y desde la Concejalía de Infraestructura Verde me comprometo a seguir sumando y garantizar su conservación.

En mi familia siempre se ha dicho que «la calle es de todos y todas», es una frase con la que he crecido. Cada una de las calles, plazas y parques de Castelló forma parte de nuestra casa. Es como una gran comunidad de vecinos que tenemos que mantener y respetar. Debemos recoger los excrementos y limpiar el orín de las mascotas, así como cuidar el mobiliario de las zonas de esparcimiento.

El consistorio promueve campañas como Celebrem amb la Natura, Castelló + Sostenible o Sentim els Parcs. Mediante talleres, juegos y todo tipo de actividades, el ayuntamiento pretende sensibilizar y concienciar sobre el cuidado del medio ambiente y el ecosistema. El proyecto del Parque la Panderola, el Parque Josefina López, ambos en el Grau, o la incorporación de huertos urbanos y jardines verticales en patios, azoteas, solares y muros hacen de Castelló una ciudad más sostenible, eficiente y atractiva.

*Concejala de Infraestructura Verde en el Ayuntamiento de Castelló