Todo apunta a que por tercera vez el socialismo traerá la crisis económica a España, y como viene sucediendo, con mayor intensidad a la provincia de Castellón, que tras siete años creando empleo, ha vivido ya el primer año de Pedro Sánchez, con aumento de paro y la desaparición de 1.100 empresarios.

Sin embargo el daño no será solo económico sino ético, pues el nuevo gobierno está empeñado en demoler todos los elementos de consenso que se daban en la sociedad española.

La anunciada contrareforma laboral, o las subidas de impuestos, pueden subsanarse en un futuro con mayor flexibilidad y supresión de tributos, como se está haciendo en las comunidades de Andalucía o Madrid, pero la fractura social que Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están provocando tardará décadas en cerrarse:

1. El empeño del presidente socialista en reunirse con el inhabilitado Quim Torra, que se niega a acatar la sentencia del Supremo, socava la separación de poderes, con la misma intensidad que al nombrar a su ex ministra Dolores Delgado Fiscal General del Estado.

2. Anunciar una reforma del Código Penal para favorecer a golpistas condenados, en lugar de hacerlo buscando grandes consensos, supone hacer un uso partidario de la ley que decide, algo fundamental, como es, quien entra en prisión.

3. Ayudar, en lugar de detener, como exige la Unión Europea, a la vicepresidenta de la dictadura venezolana, supone que, además de digerir las falsedades de Ábalos, por vez primera nuestro gobierno está junto quienes pisotean diariamente los derechos humanos en lugar de escuchando al presidente Guaidó.

4. Siempre estuvimos juntos contra ETA y lo que representa; ahora la negativa del PSOE a investigar en el Parlamento Europeo los 376 asesinatos pendientes, el acercamiento de los criminales presos, o la salida de la Guardia Civil de Navarra, supone renunciar a esa histórica lucha.

Esta quiebra en los fundamentos del consenso constitucional, que se dieron en votación más del 90% de españoles, boicoteando la división de poderes, los consensos en política exterior y seguridad interior, quizá busquen alimentar el extremismo político, para alargar unos días más el uso del helicóptero y el falcon, pero la demolición de los cimientos sobre los que se edifica nuestra convivencia, considero que tardará unos cuantos años en reconstruirse.

*Presidente provincial PP Castellón