Nos dan las uvas y sin gobierno. Sánchez ha debido pasar unas Navidades muy tranquilas mientras el país está patas arriba. Su obsesión por permanecer en la silla del Congreso como capitán de un barco a la deriva le lleva a dar bandazos y andar como pollo sin cabeza intentando contentar a Nacionalistas y a pro etarras. Y eso que Inés Arrimadas se lo ha puesto muy fácil con La Vía 221. Una vía estable, moderada y constitucionalista de los 221 escaños del PP, Cs y el PSOE. Una vía que da estabilidad a España, quita el poder a los populistas y a los nacionalistas y es lo que quiere la mayoría de los españoles.

Tres partidos constitucionalistas unidos, tres partidos que creen en España, tres partidos que entienden lo que significa España y el proyecto común, son los únicos capaces para sacar el país adelante.

Pero no, Sánchez sigue empeñado en llegar a acuerdos con quienes quieren romper España. Y para convencer primero hay que creer y los socios preferentes del Presidente en funciones ni creen en España, ni convencen a los españoles de sus fantasías y proyectos.

Si el señor Sánchez se dejara aconsejar, podría entrar con buen pie en 2020. Entraría en el año nuevo por la puerta grande, por la principal de Moncloa, el palacio que tanto teme perder de vista y podría ponerse a trabajar de una vez por todas en pro de un país estancado que del mismo modo que estrena año, estrena recesión económica.

Pero no pasa nada, año nuevo, vida nueva. Más impuestos, menos dinero en los bolsillos de los ciudadanos, el paro creciendo, las pensiones congeladas, menos oportunidades…

Con este bucle el ciclo económico no se recicla, se estanca, lo contrario a lo que necesita la salud económica de España.

Los propósitos de cualquier ciudadano de cara un nuevo año siempre suelen ser positivos, para mejorar, para avanzar, para sentirse bien. Sin embargo los del primer ciudadano español, parece que son todo lo contrario.

El plan de Inés Arrimadas es sensato, con 221 escaños tendríamos mayoría para aprobar acuerdos de Estado. Para hacer, por ejemplo, un cambio en la Ley Electoral y que los partidos con un 3% o un 4% de los votos consigan representación en el Congreso. Ese cambio nos puede garantizar un futuro mucho mejor para España, evitando la entrada de los nacionalistas en la Cámara. Si Sánchez, recapacitara, el PP se tendría que sentar a hablar porque la vía de los 221 representa mejor el sentir mayoritario de los votantes del PP que lo que defiende Casado. El presidente del PP casi está animando a hacer vicepresidente a Iglesias y eso no lo quiere ningún votante del PP, sino todo lo contrario.

Pero, Sánchez hace oídos sordos; Iglesias sueña en el día que entre como Vicepresidente en Galapagar, ERC gana tiempo, Bildu anuncia que se abstendrá en la investidura, Casado ha optado la pose cómoda y en Ciudadanos por responsabilidad proponemos pero no disponemos y mientras tanto y nos darán las diez, las once, las doce, y entraremos en el nuevo año y los españoles brindaremos porque lo que no le ha dejado dormir a Pedro Sánchez en 2019 no se convierta en nuestra pesadilla en 2020.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación y en el Ayuntamiento de Benicàssim