El veto de la Delegación del Gobierno en Madrid a la exhibición de estelades en la final de la Copa del Rey es uno más de los lamentables errores de la Administración del PP. Por descontado, es un ataque a la libertad de expresión, que dará alas al independentismo y encontrará el rechazo de muchos otros catalanes, piensen como piensen. Recurrir a la ley contra la violencia, el racismo y la xenofobia es un despropósito que esperamos enmiende hoy el juez ante el recurso de suspensión cautelar de la medida, que ha presentado el Barcelona.

Que los populares Xavier Albiol y Alberto Fernández, el socialista Perdro Sánchez o Ciutadans digan que la prohibición es un error, debería hacer reflexionar a aquellos que no salen de Madrid o que cuando van a Cataluña no abandonan su burbuja. Ya tienen la demostración de autoridad que creen les beneficiará en campaña, y han dado motivo a Carles Puigdemont y Ada Colau para no asistir al partido. Por último, en el Camp Nou hay estelades en todos los partidos, ¿por qué no se interviene? Si el Estado considera que legalmente hay algo que no se puede hacer en Madrid pero lo acepta en Barcelona es que, de forma inconsciente, se inhibe en parte del territorio de su soberanía.