Y seguimos con la incertidumbre en el terreno político. Tras la decisión del rey Felipe VI de seguir con las negociaciones entre las distintas formaciones políticas, llega el momento de las intrigas a nivel interno, de las cuales hacen responsable al partido opositor de turno. Un ataque verbal no es el calificativo adecuado para unas declaraciones sobre la actuación o pretensión de un partido.

No hay entendimiento posible si, en principio, no hay predisposición para ello. Es evidente que las posturas deben estar más próximas y dejar de dar, a ciertos temas, una importancia inadecuada. La situación del país obliga a los líderes políticos a ser resolutivos y no demorar decisiones que urgen para, cuanto antes, formar un gobierno estable que dé la confianza necesaria para que nuestro país retome la marcha político-social necesaria con vistas a un desarrollo deseado por la mayoría de los españoles. Lo he dicho y lo repito, no obliguemos al electorado a tener que participar en unas nuevas elecciones generales. Se nos planteará una situación similar y habremos perdido un tiempo precioso.

Mantener una posición inamovible como es el caso del PP, no conduce más que crear confusión y tratar de retener el poder con aquello de ser la lista más votada. Son tiempos en los que la diversidad de criterios es lo que prevalece y eso es lo que se ha reflejado en los resultados de las últimas elecciones generales. H

*Secretaria provincial de Derechos Civiles del PSOE-PSPV