La industria del azulejo de Castellón afronta un nuevo quebradero de cabeza que puede complicar sobremanera la competitividad de un sector clave para esta provincia. Si la Comisión Europea no lo remedia y acepta la propuesta planteada por el Gobierno español, la cogeneración no tiene el futuro garantizado. En estos momentos, son 28 las empresas del cluster cerámico que utilizan este sistema que permite generar electricidad con el calor sobrante del proceso productivo de las baldosas. El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (Pniec) que propone el Ejecutivo de Pedro Sánchez hacia un modelo energético más limpio prevé reducir hasta en un tercio la potencia, lo que provocaría el cierre de muchas de las 80 instalaciones existentes en la provincia. El borrador ya esta en Europa para su estudio y el sector espera que la propuesta enviada desde Madrid sea matizada en Bruselas al contar con un aliado tan importante como Alemania. El azulejo esgrime que su cogeneración es más eficiente que la media y que un revés de Europa supondría un encarecimiento de los costes de fabricación en torno al 15%.

Italia, competidor con España, lo tiene claro y su Gobierno apuesta por mantener e incluso ampliar las plantas en la próxima década en el borrador presentado ante la Comisión Europea. El país transalpino generará en 2040 un 20% de electricidad a través de este sistema.

La preocupación es tal, que las principales empresas castellonenses han hecho frente común esta misma semana con la Diputación en sus reivindicaciones para que el futuro modelo energético que la UE debe definir antes de julio no afecte al empleo y la competitividad. Mañana se reúne la patronal de la Cogeneración ACOGEN con la Dirección General de Energía de la Comisión Europea.