Tiempos difíciles para muchos y, especialmente, también para los autónomos. Tras asumir que se les restrinja de forma repentina su fuente de ingresos, esperaban una respuesta por parte del Gobierno acorde a las expectativas generadas tras reiterarles un apoyo que, hasta la fecha, sigue sin darse en la medida en la que se ha dado a otros.

Se exonera de pagar las cuotas a la Seguridad Social a los autónomos que soliciten la prestación por cese de la actividad, para lo que se requiere haya un descenso en su facturación de, al menos, un 75% en relación con el promedio de facturación del semestre anterior.

Constatándose, una vez más, que volverán a ser los autónomos los grandes desprotegidos de un Gobierno que, acertadamente, exime de requisitos mínimos a trabajadores por cuenta ajena para acceder al paro en esta situación excepcional, a la vez que no exime de pagar a los autónomos pese a sufrir fortísimos descensos en sus facturaciones, exigiéndoles cumplir con un estricto requisito que hace que aquel cuya facturación haya descendido un 74% tenga que seguir pagando como si nada.

Reconozco que es difícil gobernar en tiempos de crisis como los actuales, pero más difícil es, sin duda, ser gobernado si se es autónomo y te obligan a seguir pagando pese a ver reducidos tus ingresos de forma tan abrupta, y más cuando en muchos casos esos ingresos ya eran mínimos de por sí, antes incluso de la declaración del estado de alarma.

Hoy más que nunca se requiere apoyo del Gobierno, que debe darlo de forma real y no meramente retórico. Los autónomos siguen a la espera de medidas que, lamentablemente y a esta hora, el Gobierno sigue sin adoptar.

*Portavoz PP Vinaròs