Ayer tuvimos el privilegio de ver finalizado uno de los proyectos más ambiciosos del plan de mandato del PP en Benicàssim. Conseguir que Villa Ana fuese de propiedad municipal, tener un proyecto cultural para ella, afrontar la inversión de su restauración y, ahora, finalmente ponerla en funcionamiento como Espai Cultura de la Mar. La ciudad cuenta ya con unas novísimas instalaciones para su biblioteca del mar, pero también con un recinto para celebrar actos culturales y encuentros literarios y artísticos. Villa Ana ya es de todos.

Siempre reitero que Benicàssim es algo más que un destino de sol y playa; es más bien el mejor lugar para vivir todo el año, o para disfrutar de un descanso vacacional también en otoño, primavera o invierno. Aquí tenemos muchos atractivos que ofrecer al residente y al turista y, entre ellos, es el amor por la cultura y la gran vocación de ofrecer excelentes espectáculos culturales.

Pero no es el único. En ese plan de mandato que el equipo de gobierno tenemos diseñado hay muchas propuestas. Aunque he de reconocer que las que me arrebatan el corazón, como benicense, son las que contemplan la recuperación de nuestro patrimonio cultural, ambiental y artístico. Por eso, acabar por fin, el Plan especial del Desert de les Palmes, que protege y da las guías de la conservación patrimonial de nuestro paraje, ha sido otro de los hitos de los últimos meses.

Y no serán los únicos. Dos espinitas que esta ciudad tiene clavadas, como son la restauración de la Torre Sant Vicent y Villa Elisa, van a estar acabadas y a disposición de los ciudadanos antes de que acabe este mandato. La torre, símbolo de la costa de Benicàssim, está siendo restaurada gracias a la aportación del Gobierno de España en su inversión del 1,5% cultural. Y, por fin, Villa Elisa, que será una realidad gracias a todos los vecinos.

*Alcaldesa de Benicàssim