La comisión de investigación de la operación Cataluña en el Parlament catalán finalizó sus trabajos con unanimidad, aunque con la ausencia de tres de los seis grupos de la Cámara. Ciutadans, PSC y PP dejaron hace semanas la comisión aduciendo su uso partidista por parte de Junts pel Sí, la CUP y Catalunya Sí que es Pot. Estos tres grupos se votaron sus respectivas conclusiones, que en síntesis denuncian la gravedad de los montajes urdidos en el entorno del Ministerio del Interior para desacreditar a políticos independentistas catalanes y piden que se depuren responsabilidades judiciales, incluso a nivel del presidente del Gobierno. Los trabajos de la comisión se suman a los que hace un mes concluyó una comisión análoga en el Congreso de los Diputados, en la que PP y C’s no pudieron evitar que los otros grupos considerasen probado que Interior puso en marcha una policía patriótica para denigrar gravemente a rivales políticos, fundamentalmente catalanes soberanistas. Jorge Fernández Díaz, a la sazón el ministro, no ha sabido (porque no ha podido) explicar su proceder en unos hechos que conducen a las llamadas cloacas del Estado, y sus argumentaciones han sido muy pobres o rayanas en el cinismo. Gozará del beneficio que le otorga el hecho de que las comisiones parlamentarias de investigación han quedado muy desnaturalizadas por los propios partidos, que las usan como altavoz de sus posiciones políticas, pero la operación Cataluña fue un colosal acto de ruindad.