Querido/a lector/a, he visto que Pedro Sánchez ha invitado a Pepu Hernández (el que fue entrenador de la selección española de basquet) a encabezar la lista del PSOE a la Alcaldía de Madrid. La verdad es que desconozco la razón del fichaje, solo sé lo que cuentan los medios. No obstante, y porque esto de abrir las listas del PSOE a independientes ya lo hizo F. González, reconozco que me esperaba alguna de las reacciones. Me refiero a la de Manuel de la Rocha, precandidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid y a eso de que es un mal mensaje para el partido y la sociedad decir en la práctica que los independientes son mejores candidatos. Por cierto, reconozco, también, que no esperaba la declaración de Carmena, la alcaldesa de Madrid, pero tampoco me extraña que aplauda la precandidatura «fresca y oxigenada» de Pepu Hernández, en la medida en que, según su opinión, permitirá hablar de Madrid y sus gentes y no tanto de los partidos y sus exigencias.

La cuestión es que, militantes e independientes, todo tiene sentido en su justo término. Y es que, en política, las ideas son importantes, pero no suficientes. Además hace falta una organización, unos partidos y el compromiso y trabajo permanente de la gente que las impulsan. De ahí que sea necesario potenciar a quien se compromete con los partidos. Entre otras cosas porque los partidos están presentes e incluso la Constitución los reconoce como necesarios en la formación y exposición de la voluntad popular. Pero además, no debemos perder de vista que la izquierda o un proyecto socialista no solo es política, también es un movimiento cultural que debe ir más allá de las fronteras de los partidos y en el que caben personas y organizaciones que son puntos de referencia y pueden participar en el desarrollo de un propósito de progreso. ¿Saben que está mal?: imponer sin dar participación y colocar a quien solo tiene el mérito de ser amigo.

*Analista político