En las últimas semanas, desde que salí públicamente a realizar un balance de estos seis duros meses de gestión de la crisis sanitaria y económica que nos está tocando vivir y sufrir, algunos representantes políticos han querido salir al paso para intentar justificar su trabajo en el Ayuntamiento desde la oposición.

Quiero empezar agradeciendo el trabajo, la sensatez y responsabilidad de todos los partidos políticos con representación municipal en nuestra ciudad, que, a diferencia de la bronca continuada y vergonzante que tenemos que aguantar en otras instituciones, están a la altura. Más allá de las diferencias comprensibles y de las críticas dentro del respeto, que son lógicas y positivas, se han acordado por unanimidad medidas por un valor total de 500.000 euros. Acciones para el renacimiento de Vila-real que, junto a las medidas que apremia adoptar por la necesidad de respuesta inmediata ante la crisis, suponen un gasto de más de dos millones de euros no previstos en nuestro presupuesto actual, aprobado antes de la pandemia del covid-19.

Vamos por buen camino. Pero, cuando se habla de propuestas, es importante diferenciar entre las que realmente lo son y aquellas que no son más que un brindis al sol. Ocurrencias que, especialmente en estos momentos de incertidumbre y sufrimiento para la sociedad, no pueden suponer falsas expectativas para la ciudadanía que acaben empeorando la situación.

No son momentos de ideas ni de ocurrencias, que, para resumir, son aquellas propuestas sin un mínimo de reflexión sobre tres cuestiones fundamentales: por qué se adoptan, para qué y cómo pueden llevarse a cabo. Porque, para que una idea acabe siendo realidad y pueda servir para ayudar a la gente, se necesita que cumpla unos objetivos claros y que sea viable económicamente, prácticamente y socialmente.

Escribir la carta a los Reyes Magos sin decir cómo se financia la idea ni de dónde quitamos los recursos para hacerla realidad no son más que ocurrencias, solo eso. Algunos de los que muchas veces se llenan la boca en que hay que bajar los impuestos continuamente, porque el dinero es mejor en el bolsillo de los ciudadanos, en estos momentos piden más y más y más. Como si todo fuera gratis.

Dicen siempre que tienen propuestas para dar y vender. ¡Dar y vender! ¿Propuestas?

Vienen tiempos difíciles. Imaginen qué habría pasado si los del mercado de las propuestas hubieran gobernado nuestra ciudad... Hoy estaríamos quebrados.

Vienen tiempos difíciles. Ya vivimos momentos muy duros en 2011 y los logramos superar con el trabajo de toda la ciudad unida. En breve empezaremos a hablar del complicado presupuesto para el año 2021 y veremos cuántas propuestas de verdad tiene cada uno. Ojalá sean muchas, porque seguro que todos saldríamos ganando.

Dar y vender, mejor en los mercados y cuando no nos juguemos el pan, la ilusión y el futuro de nuestros vecinos. H

*Alcalde de Vila-real