Mucha gente coincide en que el sábado de Magdalena no solo es un día especial dentro de las fiestas sino que, probablemente, es el más esperado del año. Es difícil describir qué se siente y probablemente cada uno tendrá sus propios motivos. Pero lo cierto es que tiene mucho de especial. Es la constatación de que la Magdalena es, por encima de todo, una fiesta que se vive en la calle, que pertenece a la gente y que convierte a Castelló en una capital abierta, plural, viva y orgullosa de sus orígenes.

Miles de personas salen a la calle. Buen humor, tradición, ganas de fiesta y de demostrar que las fiestas fundacionales de Castelló gozan de muy buena salud. Que están muy vivas y que tienen cuerda para rato. Este espíritu impregna las fiestas prácticamente en cada acto. Es la esencia de nuestras fiestas más internacionales. Un programa oficial con más de 250 eventos que se multiplican con la propuesta de locales, collas y otras entidades que permiten disfrutar de la Magdalena en cualquier momento. Vengas de donde vengas.

El Pregó representa el mejor ejemplo de bienvenida y acogida a los pueblos de la provincia, una manera de ejercer como capital desde la hospitalidad que nos ha de caracterizar. Somos una ciudad abierta que proyecta sus fiestas más allá de los límites del término municipal. Que demuestra el potencial de aquello que se construye colectivamente y que aspira a seguir exportando con orgullo sus tradiciones. No es un sábado más. Es el sábado de Magdalena. Y con ocho días más por delante para vivir con intensidad todo lo que depara el program: la Romeria de les Canyes, que este año ha alcanzado los 150.000 participantes; el desfile de gaiatas y la Encesa, la fiesta de la luz y el color; o la Cabalgata infantil. Espero que sigan disfrutando de la Magdalena como si fuera el primer sábado de fiestas.

*Portavoz adjunta del Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Castelló