Estamos en plena fase 1 en la Comunitat Valenciana. La desescalada ha de hacerse con la mayor prudencia posible para evitar retroceder en todo lo avanzado, gracias al esfuerzo de la ciudadanía.

El estado de alarma, decretado por el Gobierno de España para poder afrontar la emergencia de salud pública ocasionada por el covid-19, confinó a la ciudadanía en sus hogares como primera medida de contención del contagio.

El impacto del covid-19 con la situación de aislamiento está afectando a la salud de la población, y haciendo mella en las personas que antes de la crisis sanitaria ya presentaban determinados trastornos de salud mental. Las personas se encuentran en un escenario de incertidumbre sin precedentes y tienen miedo por la salud y por la vida, además de percibir ya el riesgo de situación de pobreza y exclusión.

Según estudios recientes, una de cada cinco personas presentará un trastorno mental a lo largo de su vida en España. Por tanto, es fundamental hacer frente a las situaciones que se presentarán en momentos postcovid-19, donde el aumento de trastornos de salud mental podrían causar mayores problemas sociales; tales como conflictos de pareja, violencia de género, consumo de alcohol y otras sustancias, incluso el aumento de suicidios.

Diseñar un tejido de protección de una parte fundamental de la salud pública, así como del elemento esencial de la cohesión social, como es la salud mental, más allá del concepto del Trastorno Mental Grave (TMG), desde la sanidad pública es vital. Se trata de todo lo asociado a los Trastorno Mentales Comunes (TMC), los Trastornos Emocionales (TE) y el malestar social que provocan épocas de crisis económica y social. No podemos dejar que las personas sufran en la soledad de sus hogares estos problemas.

En esta línea, desde Unides Podem, aplaudimos todos los movimientos voluntarios de psicólogos que se han volcado con la sociedad durante la crisis sanitaria del covid-19, desde organizaciones colegiales, psicólogos del propio sistema y otros colectivos. El sistema público debe garantizar estos servicios.

La atención de los trastornos mentales comunes en Atención Primaria en nuestro país debe promoverse, como medida de choque para la atención de los TMC y TE. Desde el año 2015 se han aprobado en los parlamentos autonómicos de siete autonomías españolas diversas Proposiciones No de Ley por la inserción de la figura del Psicólogo Clínico en Atención Primaria para atender estos problemas de salud con terapias basadas en la evidencia.

La reconstrucción de nuestro país tiene que ver también con cuidar la salud mental de las personas antes del covid-19 y después de la misma, por lo tanto, la salud mental y la Atención Primaria deben contar con el apoyo de instituciones y agentes sociales.

Como diputada portavoz de Sanidad en Les Corts, creo que Invertir en Salud Mental es humanizar la sanidad, es humanizar los cuidados, es humanizar la crisis, con empatía y escucha activa con intervención profesional, desde el conocimiento científico y desde las terapias basadas en la evidencia científica. Es el reto que tenemos.

*Diputada de Unides Podem en les Corts Valencianes