Tras la confección del gobierno valenciano por parte del presidente Puig, con el conocido y vergonzoso mercadeo de puestos a modo de cambio de cromos, hemos asistido ahora a la confección de lo que se denomina como el segundo escalón. El aumento de cargos con respecto al 2015 será de cerca de un 50%, con un coste adicional de cuatro millones de euros.

El presidente Puig impregnó su política un aroma femenino, o eso nos contó a todos, sin embargo el nombramiento de los cargos del segundo escalón, secretarios autonómicos, no puede por menos que señalar lo contrario. Dos de cada tres nombrados son hombres. El falso feminismo de Puig es un hecho constatable y acreditado. Una cosa es lo que dice, y otra es lo que hace.

Si residual es la cuota femenina en el segundo escalón, no deja de ser llamativo que entre los cargos que corresponde a los departamentos de Puig, Oltra y el podemista Dalmau solo haya una mujer. Eso es predicar con el ejemplo. Pero independientemente de diferencias de sexos en los cargos, lo relevante es la subasta continua de sillas y sillones que ha acontecido, y acontece en el tripartito valenciano. Puig, Oltra y Dalmau quieren colocar a muchos, y todas y todos no caben. La solución por tanto es un tema de tamaño y si hay que ampliar y agrandar la administración, pues se hace.

DINERO EN CARGOS // El problema es que esa administración es la que se costea con los impuestos de los valencianos, y es la misma administración que niega conciertos educativos, amplía las listas de espera, impaga prestaciones sociales o hace que los autónomos y las subvenciones cobren a más de 120 días. El resumen no puede ser más elocuente. Puig tiene dinero para lo que quiere, y los cargos son más importantes que las personas.

Mientras el Ministerio de Hacienda, ahora en manos socialista, le reprime al gobierno de Puig por incluir 1.500 millones que no va a recibir, y que por tanto va a tener que recortar, al Consell no se le ocurre otra cosa que gastar más en cargos públicos. Luego vendrá aquello de que necesitamos una nueva financiación, que la Comunitat está mal financiada, pero la realidad es que dinero hay para cargos y lo demás puede esperar.

Lejos de ser suficiente con el incremento de gasto en cargos públicos, ya se ha anunciado un nuevo incremento en agencias y entes de nueva creación, que deberán ser dotados de nuevo personal. Más y más gasto que los valencianos no se pueden permitir, pero que PSOE, Compromís y Podemos ven con buenos ojos, dado que se está hablando de lo suyo, que no es lo de todos, pero que no pagan ellos, sino todos.

Hace cerca de tres meses que la Comunitat está huérfana de gobierno, y los problemas cotidianos hoy son qué cargo ocupo y cuánto cobro. Hemos pasado de la emergencia social a la subasta de cargos. Dicen que el dinero va y viene, pero los cargos políticos con Puig no solo se mantienen, se incrementan. Los problemas de los valencianos deberán esperar otro mes para su resolución, hoy lo importante es la subasta de cargos.

*Vicesecretario general del Partido Popular de la Comunitat Valenciana