El año 2017 ha sido un cúmulo de acontecimientos que ha puesto a prueba la sensatez, espíritu de sacrificio, humanidad y el sentimiento patrio de los españoles.

Hemos tenido de todo. La crisis se resiste a desaparecer y aunque con pequeños avances en la macroeconomía, a nivel de calle las cosas siguen tan mal como en los años precedentes, si bien ciertos estratos privilegiados han mejorado su situación, por no decir que algunos a costa de los acontecimientos que no se han conocido en nuestro país en los últimos 30 años, exceptuados los comprendidos entre el año 2008 y el actual. Hecho difícil de entender pero cierto.

Los ataques terroristas de Barcelona y Cambrils provocaron un sentimiento nacional de dolor y pena, poniendo los españoles de manifiesto su apoyo a las familias de las víctimas y a los heridos.

En momentos así, todos somos uno, por encima de las diferencias sociales, regionales o de cualquier otra índole.

La lucha a favor del derecho de la mujer y del hombre a la vida ha sido una constante a lo largo del año. Manifestaciones populares en toda nuestra geografía han puesto de relieve la rabia contenida por el resultado de una mala convivencia entre parejas y su entorno. Nada justifica una muerte violenta y el destrozo de las familias. Lamentablemente, la falta de presupuesto hace que no se puedan implementar todas las medidas consideradas como adecuadas para prevenir los ataques.

A nivel político, está claro que la pretendida independencia de Cataluña ha sido el tema líder el los medios de comunicación no solo nacionales sino también a nivel internacional, especialmente europeo. Los resultados de las elecciones del 21-D muestran una fractura en la sociedad catalana.

*PSPV-PSOE Castellón