Con el coronavirus se ha puesto de manifiesto la importancia de la ciencia, la innovación, las TICS y la digitalización. Lástima que haya sido tarde y mal. Y es que ha tenido que irrumpir una pandemia mundial para que algunas administraciones y también empresas se pongan las pilas en este ámbito, aunque sea a regañadientes y de forma precaria.

Bien lo saben los padres, profesores y alumnos que han sufrido plataformas obsoletas y vaivenes políticos durante estos 100 días de Estado de Alarma. O si no que se lo digan también a los empleados que han sustituido las reuniones presenciales por videollamadas, horas extra y dificultades con la conciliación familiar. Por no hablar de cómo han cambiado nuestros hábitos de consumo. Compramos cada vez más por Internet y el dinero en efectivo ha pasado a ser dinero virtual. Muchos establecimientos incluso han empezado a admitir el pago con Bizum.

Avances y más avances que si no se materializan en una estrategia a largo plazo, de poco o nada servirán. La covid-19 nos ha dejado muchas lecciones, pero para que estas perduren hemos de aprender de ellas primero.

En Benicàssim lo tenemos claro. El uso de las TICS es imprescindible para que nuestro municipio esté en la vanguardia de la provincia, de la Comunitat Valenciana y de España

En 2015, en Cs ya lo dejamos claro. Desde nuestra labor como oposición útil propusimos al Gobierno Popular iniciar la hoja de ruta para convertir a Benicàssim en una ‘Smart city’. Ahora, ya desde el otro lado y formando parte del Ejecutivo estamos un poco más cerca de conseguirlo. Aún con los complejos, la estrechez de miras y las dificultades que se nos presentan a diario, no vamos a cesar en nuestro empeño para ser una Ciudad Inteligente.

Porque siendo una Ciudad Inteligente ganamos todos. Con la aplicación de las nuevas tecnologías en nuestra vida podemos garantizar el correcto funcionamiento del transporte, el uso eficiente de los recursos energéticos e hídricos, mejorar aspectos socio-económicos, desestacionalizar el turismo y darle un valor añadido o impulsar nuestro tejido comercial, entre otras cuestiones. Ciudades como Nueva York, Londres, Oslo y Barcelona son ejemplo de ello desde diferentes puntos de vista. Y Benicàssim ¿por qué no? o ¿por qué no poder emularlo también en nuestra provincia?

HE TENIDO la suerte de que el Gobierno de la Diputación confiase en mí para defender a Castellón en la Comisión de digitalización y nuevas tecnologías de la Mesa de Reconstrucción de Les Corts.

Mi mensaje fue muy claro si queremos convertir nuestra comunidad en un Territorio Inteligente, necesitamos colaboración y cooperación entre ayuntamientos. Para ello, apostamos por una plataforma para que todos los municipios puedan tener un plan director de Territorio Inteligente, potenciar el conocimiento y puesta en práctica de los mecanismos de compra pública de innovación y por último, crear líneas nuevas que permitan afrontar los retos de calidad de vida y bioseguridad, de manera que se mejore la monitorización de la salud de la población, con el análisis de infecciones, y se ponga el acento en la detección digital de bioamenazas.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación Provincial de Castellón y teniente alcaldesa en el Ayuntamiento de Benicàssim