Todos recordaréis esta canción de Ricky Martin . Un hit que nos amenizó el verano del 95 y tanto nos hizo bailar y tararear. Cuánto ha llovido desde aquella letra dedicada a María y cuántas canciones han pasado desde entonces. Quién nos diría que más de una década después estaríamos enfrentándonos a un bicho invisible que nos ha obligado a cambiar nuestra forma de vivir.

Sin embargo, esos pasitos pa’alante y pa’atrás de los que hablaba el cantante puertorriqueño nos vienen como anillo al dedo para describir la situación actual. Las nuevas restricciones fruto de los rebrotes o de la segunda ola, la verdad es que cuesta distinguir en qué momento estamos, han supuesto otro retroceso. Hemos perdido lo poco avanzado y ahora, toca volver a remar a contracorriente.

Se habla de una doble pandemia: económica y sanitaria. Yo apuntaría una más: la social y de valores. Ya se habló de esta crisis de valores con la anterior recesión económica, pero la irrupción del coronavirus no ha hecho más que agravarla. El clima de tensión crece sin cesar. Palabras como solidaridad y responsabilidad han entrado a formar parte de nuestro vocabulario, pero desde la teoría y no desde la práctica. Criminalizar y señalar al prójimo se ha convertido en deporte nacional y el egoísmo en la máxima expresión del ser humano. Un egoísmo que, por cierto, bien podría personificarse en todo ese tumulto de negacionistas alentados por un amante bandido, que ni siquiera tuvo agallas para participar en la concentración.

Pero no solo hemos de culparnos entre nosotros, también a aquellos que dirigen nuestro rumbo desde el Gobierno. Una vez más, la coalición del retroceso ha llegado tarde. Y ya no vale la excusa de «esto es nuevo para todos». Quizás, sea nuevo para el comité de expertos fantasma, pero para el resto de los mortales es nuestro pan de cada día.

Lo cierto es que el verano de la Covid está a punto de terminar y con él empezará el curso escolar. Que la suerte nos acompañe porque la gestión no lo hará. H

*Portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Almassora