El pasado martes debatimos los primeros presupuestos del nuevo equipo de Gobierno de PSPV y Compromís en la Diputación Provincial de Castellón. Nuestra abstención podría resumirse como un voto de confianza. Esto no significa que estemos ante un cheque en blanco para que el bipartito haga y deshaga a su antojo. Todo lo contrario, otorgarle la confianza a alguien y el beneficio de la duda hace que la exigencia sea mucho mayor y les garantizo que así será.

Podríamos decir que de estos presupuestos nos gusta la letra pero no la música. Es decir, suenan bien pero no acabamos de pillarle el truco o el ritmo que le quieren impregnar a la Administración Provincial sus nuevos directores. Y es que estamos de acuerdo con velar por los municipios más pequeños pero ¿estamos seguros de que no les estamos empujando hacia el precipicio? Otorgarles más recursos económicos, no es sinónimo de otorgarles mayor poder de actuación. El problema principal, además de la falta de presupuesto, es la falta de recursos humanos. No nos gustaría que una buena idea acabara por colapsar a los ayuntamientos como ha ocurrido por ejemplo con Edificant o Xarxa Llibres en sus inicios. Por ello, este año será clave para saber si la letra y la música concuerdan como es debido o si estamos ante una partitura totalmente arrítmica.

Respecto al apoyo a los municipios más pequeños, en Ciudadanos tenemos clara una cosa. Es fundamental empezar a hablar ya de Repoblación y no tanto de lucha contra la despoblación. Así pues, hemos propuesto dos medidas destinadas a incentivar la vida y rejuvenecer estos pueblos pensando, sobre todo, en los menores de 30 años que habitan en ellos. En este sentido, hemos planteado ayudas al alquiler y gastos como la luz y el agua para quienes se instalen como mínimo tres años en municipios de menos de 1.500 habitantes y en el caso de que prolonguen su estancia hasta los cinco apostamos porque se les dote de subvenciones para el emprendimiento.

Uno de los grandes males de este siglo en España es la baja natalidad. Somos líderes en Europa y en 14 municipios de la provincia hace cinco años que no nace ningún niño. Esto no nos tendría que parecer raro puesto que cada vez es más difícil que los jóvenes puedan emanciparse y, por tanto, formar una familia. Tener hijos, desgraciadamente, sale caro. De ahí que creemos que lo prioritario para estos municipios es ayudarles a generar riqueza y oportunidades.

Asimismo, en estas cuentas para 2020 nos chirría también esa nueva melodía acerca de «establecer criterios técnicos y objetivos» para otorgar subvenciones. Aparentemente, todo correcto, nada que objetar. Estamos ante un titular que queda muy bien y con el que no podríamos estar más de acuerdo en un principio. Pero para que esto sea una realidad pedimos la máxima transparencia en su ejecución a todo el equipo de Gobierno. Queremos saber de primera mano cuáles serán estos criterios para que esto no se convierta ni en un clientelismo encubierto ni en una ruleta rusa.

En definitiva, tenemos todo un año, 365 días, para descubrir si la música y la letra bailan o no al mismo compás.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación y concejala del Ayuntamiento de Benicàssim