El crédito, en lo económico, y la credibilidad, en lo político, de la palabra del president de la Generalitat, Ximo Puig, cotizan a la baja.

El Consell de la Generalitat entra en la deriva más absoluta al tener que reconocer que los presupuestos para 2019, con los que engañaron a los valencianos y a la prensa, se alejaron de la realidad. Hoy Ximo Puig es sinónimo de recorte y su política equivale a fracaso.

Lo cierto es que durante más de dos años venimos anunciando que el panorama económico pintaba mal. La Comunitat Valenciana no ha sabido administrar la recuperación económica lograda por los gobiernos del Partido Popular en España, y ahora solo se piensa en gastar, sin controlar los ingresos. Las pócimas económica del Consell huelen a naftalina, son recetas del siglo pasado. Gastar, gastar y gastar en aparato, en cargos, en asesores, en empresas paralelas… para acabar recortando derechos a los valencianos.

PUIG HA CONSEGUIDO un hecho insólito, en cuatro años de mandato, en dos de ellos ha tenido que recortar el presupuesto y los derechos de los valencianos, y eso disponiendo de más dinero que ningún presidente de la Generalitat en la historia de nuestra Comunitat. De nada le ha valido a Puig manejar 80.000 millones de euros, para acabar diciéndoles a autónomos, dependientes, centros de día o de mayores, farmacias o empleados públicos, que no les puede pagar. Sus Ximoanuncios han sido una milonga con la que nos ha entretenido durante cuatro años, pero a la hora de la verdad, nada de nada.

Puig se ha pasado cuatro años diciendo que iba a acabar con los barracones escolares, y hoy hay más y menos colegios construidos. Que iba a mejorar la sanidad, y hoy las listas de espera llegan a cifra récord en la historia. Que los dependientes iban a ser valorados y a cobrar en unos meses, y hoy los meses empiezan a ser años. Y así podríamos seguir, dado que la gestión política de Puig no ha pasado del anuncio. Hoy cuando Puig promete algo, los valencianos sabemos que se va a incumplir, pero además sabemos que nos dirá que la culpa será de otros.

SI FALTA credibilidad en lo político, el crédito en lo económico está bajo mínimos. La Comunitat con Puig, que también nos anunció que iba a bajar la deuda, ha aumentando su deuda en 7.000 millones de euros. Lo curioso es que eso lo ha realizado teniendo 3.000 millones más que el último gobierno del Partido Popular, por lo tanto es fácilmente demostrable que Puig tuvo 10.000 millones más que Alberto Fabra y que en dos años el Consell socialista, de Compromís y de Podemos ha estado recortando derechos.

Los Ximoanuncios nos han costado a los valencianos 7.000 millones de euros de deuda, para acabar recortando derechos a cambio de enchufar a cargos y asesores. Cuando oigan a Puig anunciar algo, no lo crean, es la antesala del fracaso político. Por eso, ante los nuevos presupuestos para 2020, cautela, preparen la cartera, que los anuncios los pagan ustedes aunque finalmente no se hagan.

*Diputado autonómico en les Corts del Partido Popular