La creciente presencia de grupos terroristas y de las superpotencias mundiales en la región del Cuerno de África suponen una seria amenaza para la paz y la estabilidad en la región, advirtió ayer el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, tras recibir el premio Nobel de la Paz en Oslo.

Abiy, el mandatario africano más joven a sus 42 años, ha sido galardonado con el Nobel de la Paz este año por sus esfuerzos para pacificar su país y su acuerdo con la vecina Eritrea tras dos décadas de hostilidad entre ambas.

Ante los dignatarios que acudieron a la ceremonia que tuvo lugar en el Ayuntamiento de Oslo, entre ellos el rey Harald V de Noruega, Abiy elogió la «buena voluntad» del presidente eritreo, Isaias Afewerki, y aseguró que el compromiso con la paz de ambos países está actualmente «blindado».

«Las superpotencias militares mundiales están ampliando su presencia militar en la zona. Los grupos terroristas y extremistas también buscan instalarse», denuncio el líder etíope, sin especificar a qué países o grupos se refería.

«No queremos que el Cuerno sea un campo de batalla para las superpotencias ni un escondite para los mercaderes del terror y los portadores de desesperación y miseria», aseguró en su discurso.