El sistema de control alimentario en Holanda amaneció ayer bajo sospecha por una serie de partidas de huevos contaminadas con un pesticida tóxico, el fipronil, vendidas en el país y exportadas a Alemania y cuyo consumo ha sido desaconsejado por parte del Gobierno neerlandés.

El organismo holandés responsable de la seguridad alimentaria, NVWA, completó ayer los controles en 180 granjas del país que supuestamente han utilizado este pesticida, usado para eliminar el ácaro rojo y que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera tóxico para uso humano.

Tras la alarma, medios locales recogieron ayer la «confusión» generada por la NVWA, que dijo en un primer momento que los niveles del pesticida utilizado no implicaban un riesgo para la salud, pero lanzó después una alerta sobre unas series concretas, que aconsejó no consumir.

Se trata de los huevos blancos con la etiqueta X-NL-40155XX, que el Gobierno recomienda «no comer», porque su «alto contenido en fipronil constituye una grave amenaza para la salud pública».