Como cada víspera de los Reyes Magos desde hace 30 años, Aldeas Infantiles SOS repartió ayer por la mañana en la madrileña Puerta del Sol 10.000 raciones de su tradicional roscón solidario, en un año «muy importante» para la oenegé y para «todos los niños del mundo».

Así lo resaltó el presidente de la entidad en España, Pedro Puig, quien destacó la importancia del 2019 en el ámbito de la infancia y en su propia organización. «Este año es súper especial para Aldeas Infantiles y para todos los niños del mundo porque se están cumpliendo 30 años desde que Naciones Unidas aprobó la Convención de Derechos del Niño», afirmó Puig ante un roscón de 1.500 kilos que se dividió a lo largo de la mañana en 10.000 raciones, aderezadas con chocolate caliente y con la música de una banda de rock.

Roscón que, al igual que la convención, cumple 30 años como una iniciativa que tiene como objetivo «sensibilizar a la sociedad de que hay muchos niños que no pueden vivir con sus padres».