El debate sobre el consumo de carne lleva semanas sobrevolando la política alemana, pues algunos partidos políticos se han aventurado a solicitar un aumento de los impuestos pensando en el planeta.

Es el caso de los socialdemócratas (SPD), en el Gobierno, y los Verdes, quienes se han mostrado favorables a elevar el IVA de la carne del 7% actual al 19%, una tasa que ya afecta a otros productos como el caso de la leche de avena.

Los promotores están buscando una manera de cambiar unos hábitos de consumo perjudiciales tanto para la salud humana como para la medioambiental e implicar a los productores de carne en un sistema más sostenible. La propuesta animalista señala que la subida de este impuesto supondría «solo unos pocos céntimos» más para el consumidor y que el dinero recolectado podría destinarse a financiar la conversión del sistema actual de ganadería industrializada. «El camino hacia una ganadería sostenible cuesta miles de millones, algo que los ganaderos alemanes no pueden soportar por sí solos», remarca Albert Stegemann, portavoz de agricultura del partido de Angela Merkel.