El uso inadecuado de los antibióticos provoca bacterias multirresistentes, que no responden al tratamiento y constituyen una amenaza para la salud pública mundial, un problema que además va en aumento. De hecho, este año morirán 26.000 personas en España tras contagiarse de microorganismos que no responden a los fármacos actuales, según el segundo registro de pacientes afectados por resistencia bacteriana de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (SEIMC).

La sociedad científica comenzó el año pasado a medir el impacto real de las bacterias multirresistentes en una muestra representativa de hospitales, con el objetivo de que se planifiquen los recursos sanitarios adecuados al resultado clínico. En esta segunda ocasión han participado 133 centros hospitalarios, un 62% más que en la primera, en los que se ha hecho un seguimiento durante 30 días a los pacientes ingresados por infección.

MÁS MUERTOS QUE EL TRÁFICO // Al estrapolar los datos, la conclusión de la investigación es que 221.958 españoles se verán aquejados en el 2019 por resistencia bacteriana y, de ellos, 26.271 morirán por este motivo en el mes siguiente. La cifra «confirma la magnitud» del problema, según el presidente de SEIMC, José Miguel Cisneros, quien destacó que es 22 veces superior a los fallecimientos provocados por los accidentes de tráfico.

La resistencia bacteriana tiene su origen en el mal uso de los antibióticos. En primer lugar, por parte de los médicos, que han «abusado» y usado «de forma inadecuada» este tipo de fármacos, según Cisneros. De hecho, España es uno de los países líderes en su consumo, sin que haya una razón epidemiológica que lo justifique. En segundo lugar, parte de muchos enfermos que se automedican o no cumplen las indicaciones de dosificación o duración. Y, en tercer lugar, por parte de las administraciones, que no invierten lo suficiente. En este sentido, en el 2014 se aprobó el Plan Nacional de Resistencia a los Antibióticos pero, desde entonces, no ha tenido una partida presupuestaria específica.

La SEIMC reclama además que se cree, con carácter urgente, una especialidad de enfermedades infecciosas, «porque los españoles tienen el derecho a ser atendidos por especialistas al igual que cuando sufren una enfermedad cardiaca y son atendidos por cardiólogos», según su presidente. España cuenta con buenos profesionales, reconocidos internacionalmente, pero con una formación «autodidacta». «Necesitamos una formación reglada vía Mir», reivindicó Cisneros. Si bien, el Ministerio de Sanidad aún no ha hecho caso a una reivindicación compartida.

Entre las infecciones incluidas en el registro provocadas por las bacterias multirresistentes se encuentran las urinarias, la neumonía, las de piel y partes blandas, o también del sistema nervioso central, como la meningitis. «Estas bacterias causan las infecciones habituales, solo que al ser resistentes a los antibióticos son menos eficaces, y las posibilidades de curarse, menores», añadió el presidente de la SEIMC.