Brotes verdes, pequeños pero esperanzadores después de casi dos décadas de caída libre, en la industria discográfica. Según el último informe de la Federación Internacional de la Industria Discográfica (IPFI, por sus siglas en inglés), presentado ayer en Londres, las ventas de música a nivel mundial registraron en el 2015 su mejor dato de crecimiento interanual desde 1995; unos beneficios de 15.000 millones de dólares (13.125 millones de euros) que suponen un repunte del 3,2% y que se deben en buena parte al éxito de las plataformas de streaming o servicios de música en directo, que vieron aumentar sus ingresos en un 45,2% hasta llegar a los 2.900 millones de dólares (2.537 millones de euros).

El auge del streaming contribuyó también de forma decisiva a que, por primera vez, los ingresos por el consumo de música en soporte digital (el 45% del total) superaran a los de las ventas de discos en formato físico (el 39%). El porcentaje restante, el 16%, corresponde a derechos de emisión en radios y televisiones. Pese a que el vinilo sigue en curva ascendente, las ventas conjuntas de discos en soporte físico cayeron el 4,5%.

También en España la industria parece “repuntar lentamente” después de encadenar dos ejercicios consecutivos de crecimiento tras el “descalabro” sufrido desde el 2001, según ha apuntado la asociación de Productores de Música de España, Promusicae. El informe de la IPFI pone de manifiesto que en el 2015 la industria discográfica española ingresó 161,5 millones de euros, una cifra que supera en 10 puntos los ingresos del año anterior (146,8 millones) pero que se encuentra muy lejos de los 605 millones que se llegaron a contabilizar en el 2001. “Esos registros son ya inalcanzables e irrepetibles”, admitió Promusicae. H