El matrimonio estadounidense que fue acusado de torturar, maltratar y mantener cautivos a sus 13 hijos en la casa familiar en el sur de California ha sido sentenciado el viernes a cadena perpetua en una corte estatal.

En una emotiva audiencia, tras declararse los progenitores en febrero pasado culpables de 14 cargos, David y Louise Turpin pidieron disculpas a sus hijos y les expresaron su amor. Ambos agacharon la cabeza y se limpiaron las lágrimas mientras escucharon en la audiencia testimonios de algunos de sus hijos, uno de los cuales reconoció que aún sufre de pesadillas, en las que ve cómo golpean y encadenan a sus hermanos. El caso fue conocido como la casa de los horrores.

«Mis padres me quitaron toda la vida, pero ahora la estoy recuperando», dijo una de sus hijas que también estaban en la sala.

ENCADENADA A LA CAMA // La pareja de esposos fue detenida en enero del 2018 después de que una de sus hijas, de 17 años en ese entonces, lograra escapar del domicilio y llamar al teléfono de emergencia 911 para avisar que sus hermanas estaban «encadenadas a las camas» en el domicilio familiar, ubicado en la localidad de Perris, en California.

Las autoridades descubrieron luego las penosas e insalubres condiciones en las que permanecían los 13 hijos, en ese momento con edades comprendidas entre los 3 y 29 años, quienes fueron atados con cuerdas y cadenas, encerrados en jaulas y algunos de ellos presentaban cuadros de desnutrición severa.