El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Ricardo Blázquez, afirmó ayer en Madrid que los abusos sexuales a menores «no pueden quedar impunes por respeto a quienes han padecido esta acción abominable». «No se puede cancelar el pasado, pero sí afrontarlo purificando la memoria a través de la conversión, de la reparación de los heridos y de la prevención de cara al futuro», añadió durante el discurso inaugural de la asamblea plenaria de los obispos.

El máximo responsable de la Iglesia católica en España hizo referencia a la cumbre para la protección de la infancia convocada por el Papa en Roma el pasado febrero para abordar la pederastia en la institución. Una cuestión, en palabras de Blázquez, «grave, humillante y dolorosa».

Tanto la Iglesia como las víctimas y sus familias y la sociedad entera, continuó, exigen que los casos sean juzgados y no se oculten, como se ha podido hacer durante muchísimos años trasladando a los sacerdotes pederastas de una parroquia a otra.

Los abusos son «instrumentalización de menores y pueden ser también delitos», subrayó el cardenal Blázquez, que a lo largo de la asamblea plenaria (que finaliza el viernes) tratará con el resto de los obispos de muchos otras cuestiones, incluida la aprobación de los nuevos estatutos.

La pederastia será un tema a abordar también, pero habrá que esperar al encuentro con la prensa del viernes para ver a qué conclusiones han llegado.

CAMBIO DE CRITERIO // Las tajantes palabras de Blázquez chocan con la primera reacción que la Conferencia Episcopal tuvo tras la cumbre de Roma. En ese momento, los obispos aseguraron que desde la CEE no se encargaría a las diócesis un informe sobre los casos de pederastia que han podido ocurrir en el pasado en el seno de la Iglesia alegando que carecían de autoridad.

Ahora, sin embargo, parece que la Iglesia española se muestra partidaria de animar a denunciar ante la justicia cualquier caso de abusos sexuales a menores del que se tenga conocimiento, en línea con la recomendación del papa Francisco. De hecho, así se recogerá en el nuevo protocolo de actuación frente a la pederastia, según explicó a los periodistas el secretario general de la CEE, Luis Argüello, informa Efe.

A la pregunta de si la Iglesia española seguirá el ejemplo del Pontífice, que ha animado a denunciar cualquier caso de abusos a niños del que un religioso tenga conocimiento, Argüello contestó «seguramente sí».

En su discurso, el presidente de la CEE aprovechó para dirigirse a los católicos españoles ante las próximas elecciones del 28-A y pidió a ciudadanos y políticos que tengan en cuenta «la defensa de la vida humana desde el amanecer hasta el ocaso, desde la concepción hasta el fin natural».

Advirtió de que en estos próximos comicios «está en juego la dignidad de personas, el cuidado y promoción de la familia, auténtico pilar de la sociedad» y reclamó respeto a los derechos humanos, «sin discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social», como recoge la Constitución.