Las denuncias por violencia machista en España no dejan de crecer. Durante la primera mitad del año han aumentado un 18%. Las 68.161 presentadas durante el primer semestre del 2016 se han disparado a 80.699 en el mismo periodo del 2017, según el último balance del Observatorio Contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La dimensión del fenómeno es tal que, de continuar esta tendencia, al cierre de este año se superará de largo el máximo histórico de 158.883 denuncias, registrado en el 2006 coincidiendo con la puesta en marcha de los juzgados en violencia machista.

¿Qué está pasando? La interpretación que viene haciendo el Gobierno desde que en el año 2016 ya se empezaron a disparar las cifras es que el indicador es «positivo» en la medida que las víctimas se atreven cada vez más a dar el paso de ir a comisaría.

Las encuestas más optimistas hablan de que solo un tercio de las mujeres que han sufrido algún tipo de maltrato se ha atrevido a presentar la denuncia.

SUBIDA // En los datos hechos públicos por CGPJ, referidos al segundo trimestre del 2017, se constata que crece en tres puntos el porcentaje de sentencias condenatorias a maltratadores, que representaron el 67,2% del total.

Destaca además un incremento de más de siete puntos en las solicitudes de órdenes de protección y cuatro puntos en la concesión de las mismas por parte de los órganos judiciales. El aumento de denuncias un 18% (han pasado de 36.166 en el segundo trimestre del 2016 a 42.689) significa un incremento de víctimas, en este caso del 20,7% (de 33.440 mujeres a contabilizar 40.366).

El observatorio judicial refleja un incremento de siete puntos en las solicitudes de órdenes de protección (se pidieron 10.242, 9.586 un año antes) y cuatro puntos en la concesión de las mismas.

La violencia de género se da de forma dispar en las comunidades autónomas y la ratio de víctimas por cada 10.000 supera la media estatal (17) en Baleares (26,3), Murcia (21,8) y Comunitat Valenciana (21,3), mientras que la más baja se da en Castilla y León (10,8) y Asturias, Cantabria, Galicia y País Vasco (poco más de 11).

Casi un 70% de las denuncias fueron presentadas por la víctima, mientras que se aprecia un ligero descenso de las presentadas por familiares (solo el 2%).