El escritor mexicano Fernando del Paso recibió ayer el Premio Cervantes de manos de Felipe VI, en una solemne ceremonia que tuvo lugar en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, en Madrid. El sexto mexicano que recibe el Cervantes recogió su galardón desde la silla de ruedas en la que se desplaza, vestido con un traje azul marino con raya diplomática de color rojo y una corbata con los colores de la bandera de España porque, según dijo, quería llevar “en el pecho” al país que le entrega el premio.

El Rey salió del estrado para adelantarse hasta el lugar donde la enfermera del galardonado, Lupita, situó la silla de ruedas de Del Paso y allí le impuso su medalla acreditativa y le entregó la escultura alusiva que él levantó, emocionado, ante el público.

A pesar de su delicado de estado de salud, tal y como él recordó en su discurso de agradecimiento, subrayó que él acudía a España a recoger el premio “aunque fuera en camilla de propulsión a chorro o en avión de ruedas”.

Pero si por algo se caracterizó su alegato fue por la denuncia hacia la situación que vive su país. “Las cosas no han cambiado en México sino para empeorar, continúan los atracos, las extorsiones, los secuestros, las desapariciones, los feminicidios, la discriminación, la impunidad y el cinismo”, señaló Del Paso, quien hizo un elogio de la lengua en castellano y recordó que “desde hace 81 años y 22 días” cuando llora, lo hace en castellano.

La entrega del Cervantes, que está dotado con 125.000 euros, constituye uno de los actos centrales del Día del Libro, y, además de los Reyes, asistieron a la ceremonia el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes; y el líder del PSOE, Pedro Sánchez, entre otros. A pesar de ello, el número de invitados al paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares se redujo a la mitad por razones de seguridad del recinto y fueron “solo” 200, no los más de 400 que se reunían en otras ocasiones.

Este premio Cervantes es el segundo que entrega el Rey Felipe VI como monarca, aunque ya en dos ocasiones anteriores, en las ediciones del 2011 y el 2012, lo hizo en sustitución de su padre. El monarca destacó en su discurso la “riqueza y vitalidad” del español, lengua que enorgullece a más de 500 millones de personas y caracterizada por un “mestizaje permanente en cada país”.

La familia del premiado estuvo representada por una veintena de invitados, entre otros, su esposa, Socorro, sus hijos, Alejandro, Adriana y Paulina, y sus nietos.

José Trigo, Palinuro de México, Linda 67. Historia de un crimen, Noticias del Imperio, en narrativa; El coloquio del invierno, en ensayo; De la A a la Z por un poeta, en infantil; y Sonetos del amor y lo diario o Paleta de diez colores en poesía; Palinuro en la escalera y La loca de Miramar, en teatro, son algunas de las obras del polifacético autor. H