Cuatro días después de la vuelta al colegio en Francia, 22 centros se vieron obligados a cerrar sus puertas por casos sospechosos o confirmados de covid-19, anunció ayer el ministro francés de Educación, Jean Michel Blanquer. También hay «un centenar» de clases cerradas por esos motivos. De estos 22 centros, 12 cerraron en la Francia metropolitana y diez en la isla de la Reunión. Se trata de un número muy bajo de colegios cerrados la primera semana de clases teniendo en cuenta que hay 60.000 centros en todo el país. Francia estableció un protocolo sanitario preciso a seguir en caso de que haya un caso sospechoso o confirmado de covid-19 en un colegio o instituto. La persona es inmediatamente aislada. Al alumno o al profesor, se le pide que se quede en casa. Acto seguido, las autoridades sanitarias realizan una investigación para determinar sus contactos, se realizan pruebas (de covid-19) y se toman medidas si es necesario. R.D.