El Consejo de Ministros aprobó ayer un real decreto ley de medidas urgentes para ampliar el calendario de implantación de la LOMCE por el que las evaluaciones finales (las llamadas reválidas) de ESO y Bachillerato, que deben llevarse a cabo desde este curso, no serán obligatorias ni necesarias para obtener un título.

«El Gobierno cumple» y también «cumple el Ministerio de Educación» con este decreto al responder así a lo ya anunciado, afirmó el ministro de Educación y portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

El Ejecutivo remitirá este real decreto al Congreso para su convalidación, destacó Méndez de Vigo, que recordó que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en su discurso de investidura abogó por un pacto nacional por la educación y como señal del mismo se comprometió a suspender los efectos académicos de estas pruebas.

Asimismo, después de que el Congreso tomara en consideración una iniciativa socialista sobre la LOMCE, el Ministerio de Educación anunció que era «mejor» hacer un decreto ley que suspendiera determinados aspectos de la ley pendientes de implantación.

Y en Conferencia Sectorial, Educación y comunidades llegaron a un acuerdo sobre estas evaluaciones finales.

El ministro también subrayó los «datos esperanzadores» de los recientes informes educativos PISA y TIMSS.