Los países más avanzados de Europa toman medidas innovadoras frente a la creciente amenaza de los plásticos. Francia acaba de aprobar la erradicación de vajillas y cubiertos desechables fabricadas con este material, el Reino Unido ha vetado los cosméticos que incluyen las peligrosas microesferas y varios más han prohibido por completo las bolsas en las tiendas. El Gobierno español, mientras, sigue a duras penas la directiva comunitaria, desbordada por estos dos países.

Los pícnics ya nunca serán iguales en el país vecino. El gobierno francés aprobó el 30 de agosto el veto a platos, vasos, tazas y cubiertos de plástico. Según el texto firmado por la ministra de Medio Ambiente, Ségolène Royal, a partir del 1 de enero del 2020 estos elementos tendrán que estar fabricados en un 50% con sustancias biodegradables procedentes de materias orgánicas, como el almidón o la fécula de patata. Y a partir del 2025, ese porcentaje será del 60%.

Por lo tanto, no habrá vasos íntegramente hechos con plástico ni en las estanterías de los hipermercados ni en las máquinas de café. Toda la vajilla desechable será eco-friendly.

Cuando entre en vigor el veto, ni particulares ni empresas podrán distribuir, usar, vender u ofrecer de manera gratuita vasos y platos de plásticos salvo que estén realizados a partir de materiales orgánicos. Se calcula que actualmente solo se recicla un 1% de los vasos de este tipo. En la misma fecha que las vajillas, se prohibirá también comercializar bastoncillos de algodón hechos con plástico, otra plaga medioambiental.

400 años de contaminación // Ningún otro país había tomado medidas de este tipo, que la organización ecologista Greenpeace celebra especialmente porque “las cucharas y cubiertos” forman parte de los plásticos que durante más tiempo pueden contaminar si no se tiran a la basura. Su durabilidad está calculada en 400 años. Sólo la superan botellas y el hilo de pescar. Con una diferencia respecto a estos. Los cubiertos no se pueden reciclar.

“Los vasos y platos de plástico sí se pueden reciclar, pero no se hace, no van al contenedor amarillo”, lamenta Julio Barea, responsable de la campaña ‘Mejor sin plástico’ que Greenpeace ha emprendido este verano.

La organización ecologista cree, en este sentido, que Francia no tenía por qué demorar al 2020 la entrada en vigor de su normativa y pone como ejemplo de reacción rápida al Reino Unido. El Ejecutivo británico ha prohibido la venta de cosméticos que incluyan microesferas plásticas a partir del 1 de enero, tan solo unos meses después de que una campaña auspiciada por Greenpeace y grandes medios como The Guardian y The Daily Mail recogiera 350.000 firmas.

ESPAÑA REZAGADA // España ni lo ha hecho ni sabe si lo va ha hacer mientras el Gobierno siga en funciones. De todos modos, no será difícil que cumpla con los timoratos objetivos europeos, dado que el consumo de bolsas se ha reducido a más de la mitad (de 300 en 2007 a 240 en 2012 per cápita) desde que los supermercados acordaron voluntariamente cobrar por su distribución. Por el momento, la única medida nueva que se plantea el Ministerio de Medio Ambiente introducir en la trasposición es “prohibir la distribución gratuita de estas bolsas”, según informó ayer un portavoz. La medidas afectarían a las tiendas más pequeñas.

Hasta Marruecos, que el próximo noviembre acoge la Cumbre del Clima, se ha adelantado a España y a la UE. Desde el pasado 1 de julio está prohibido en el reino alauí producir, importar, exportar y comercializar bolsas de plástico. Los comerciantes se exponen a multas de entre 20.000 y 100.000 dirhams (entre 2.000 y 10.000 euros) si lo incumplen. H