Tres de los cinco miembros de la Manada juzgados la semana pasada en San Sebastián por el robo de tres gafas de sol fueron condenados ayer a multas de 270 euros cada uno de ellos como autores de un delito leve de hurto.

José Ángel Prenda Martínez, Ángel Boza Florido y a Antonio Manuel Guerrero deberán entregar los anteojos, que se encuentran en depósito a la propietaria de la óptica donostiarra donde se produjo la sustracción, a la que deberán indemnizar asimismo con 125 euros y con 82 más en el caso de que las gafas no sean aptas para la venta. Como no resultó acreditado que el precio del efecto sustraído fuera superior a 400 euros, no fueron o condenados por un delito de hurto que conlleva penas mayores.

Los hechos dos días antes de perpetrar la violación a la joven durante los Sanfermines por la que están encarcelados.