C uando empiezan a apagarse poco a poco los ecos del conflicto laboral que este verano ha colapsado el aeropuerto de El Prat de Barcelona, mañana arranca una nueva huelga, la de los examinadores de tráfico. Los pasados meses de junio y julio ya causó enormes trastornos y ahora vuelve sin los servicios mínimos que la Dirección General de Tráfico (DGT) había anunciado. Al menos por el momento.

«Aún estamos estudiando la conveniencia de imponer servicios mínimos, dado que la huelga no será indefinida, como se había decidido inicialmente», ha explicado un portavoz del organismo que encabeza Gregorio Serrano. Probablemente se tome un decisión definitiva tras comprobar cómo afecta el paro a los exámenes de conducir.

Inicialmente, la huelga iba a ser indefinida y todos los días de la semana, pero el pasado 23 de agosto, la Asociación de Examinadores de Tráfico (Asextra) decidió limitarla a todos los lunes, martes y miércoles del mes de septiembre. La asociación afirmó que se desconvocaba la huelga indefinida para no hacer «sufrir» a la ciudadanía y que se sustituiría por nuevos paros parciales en el mes de septiembre «para dar tiempo a que se produzcan nuevas reuniones» con la DGT.

El día anterior, los representantes de los examinadores mantuvieron una reunión en la que no se alcanzó ningún acuerdo. Este les planteó su intención de imponer unos servicios mínimos del 60%, pero los funcionarios se mostraron dispuestos a aceptar como máximo el 20%.

Ahora, tras la renuncia a la huelga indefinida, Tráfico considera que ya no son tan necesarios los servicios mínimos. «La reducción de jornadas de paro equivaldría a unos servicios mínimos del 40%», indicó el citado portavoz. Teniendo en cuenta que los exámenes de conducir no son un servicio esencial, no sería fácil justificar una limitación de este tipo al derecho de huelga.

QUEJAS DE LAS AUTOESCUELAS // La huelga ha provocado grandes pérdidas económicas en el sector de las autoescuelas, amén de innumerables trastornos a sus alumnos. El presidente de la Confederación Nacional de Autoescuelas, José Miguel Báez, evalúa las pérdidas en unos 42 millones de euros y avisa que pueden aumentar a otros 30-40 millones durante la huelga de septiembre. Tráfico ya anunció en julio que se convocarán nuevas plazas a lo largo del 2017 y 2018 para aumentar la plantilla de examinadores.