Un turista chino de 80 años hospitalizado en París se convirtió anteayer en el primer muerto por el nuevo coronavirus en Europa y el primero fuera de Asia. Hasta el pasado viernes, se habían registrado tres fallecidos fuera de la China continental: en Filipinas, Hong Kong y Japón. Ahora son cuatro.

El paciente había llegado el 16 de enero a Francia y el día 25 ingresó en el Hospital Bichat de la capital francesa aquejado de una infección pulmonar por covid-19. Falleció el viernes, según anunció ayer la ministra francesa de Sanidad, Agnès Buzyn.

El hombre procedía de la provincia china de Hubei, pero no era originario de su capital, Wuhan (donde se originó el brote de la actual epidemia global de coronavirus), sino de una ciudad 400 kilómetros al norte. Su estado se deterioró rápidamente y permanecía desde hace días en la unidad de cuidados intensivos. El anciano viajaba con su hija, de 50 años, igualmente aquejada de la enfermedad e ingresada en el mismo hospital. Ambos estaban sometidos a «estrictas medidas de aislamiento», explicó Buzyn. La hija evoluciona favorablemente y podrá abandonar el centro médico en los próximos días, debido a que su estado de salud es cada día mejor.