La casa del asesino confeso de Laura Luelmo, Bernardo Montoya, que se encuentra en prisión desde el 21 de diciembre, apareció abierta este pasado día 1 después de que alguien rompiera el precinto o brida fijado para evitar que nadie accediese, según confirmaron fuentes policiales. La Guardia Civil investiga ya lo ocurrido gracias a que los vecinos dieran la voz de alarma y ha vuelto a precintar la vivienda con cadenas y candados.

Según ha trascendido, fueron los propios vecinos de El Campillo (Huelva) quienes advirtieron la tarde de año nuevo a la Benemérita de que la puerta de la casa estaba abierta, y que incluso se escucharon ruidos en su interior. Una patrulla se desplazó a la zona y tras comprobar lo ocurrido, los agentes dieron aviso a la Policía Judicial para que se iniciara una investigación. Desde entonces, la casa permanece de nuevo cerrada para evitar futuros ataques.