La cifra de nacimientos que se producen en España desciende de forma acentuada desde los años 90 y, tras el paréntesis marcado por la llegada masiva de inmigración ocurrida entre el 2000 y el 2008, no se ha vuelto a frenar la tendencia. Las españolas nacidas en los años 70 son la generación con menos hijos en la historia de España -una de cada cuatro no tendrá ninguno, indican los estudios demográficos-, una situación que la crisis económica y su reflejo en la legislación laboral han acentuado hasta condicionar, indican, las futuras relaciones de parentesco.

Escasearán los hijos y nietos que se ocupan de sus mayores. Las causas de esta situación se entrelazan, pero el primer factor de la ausencia de descendencia es una infertilidad femenina que se explica por la tardanza en intentar el embarazo, lo que, a su vez, es consecuencia de un panorama laboral que repele la idea de asumir lo que cuesta un hijo.

Ya no es excepcional, ni se denuncia, que la entrevista que precede a una contratación laboral incluya cuestiones como si la candidata tiene previsto ser madre. «La última vez que me quedé sin trabajo, en todas las entrevistas laborales me preguntaron si quería tener hijos y si tenía pareja estable. Ya no hay disimulo: invaden tu intimidad», relata Marina V., de 38 años, directora de cuentas de una importante agencia de publicidad de Barcelona.

Marina está siguiendo un tratamiento de inseminación artificial en el Hospital del Mar después de 18 meses de intentar una gestación que no llega. Espera conseguirlo ahora. «Sé que si me quedo embarazada es muy posible que me despidan, aunque soy una persona valorada en la empresa«. «Si me despiden, no podré reclamar judicialmente porque ahora es legal prescindir de los empleados que empiezan a pedir permisos para ir al médico».

CINCO AÑOS // En estos momentos, cuando las mujeres españolas se plantean ser madres, apenas disponen de cinco años para conseguirlo. En este tema, España lidera al resto del mundo. La edad media en que tienen un primer hijo se situó en el 2014 en los 31,8 años, con tendencia a seguir aumentando. Son 16 meses más que la media de los países de la Unión Europea, indica un informe firmado por el doctor Miguel Ángel Checa, responsable de Reproducción Asistida en el Hospital del Mar de Barcelona. En paralelo, España es el segundo país europeo, tras Portugal, con más baja natalidad. El índice de fecundidad de las españolas es de los más bajos del mundo: se cifra en 1,2 hijos por mujer.

«La edad tardía en que las españolas intentan tener un bebé está considerado en estos momentos el primer factor de infertilidad, seguido de la contaminación ambiental, que tiene un impacto clave en la reproducción femenina y en la masculina», dice Checa.

Uno de los efectos colaterales de esta situación es el incremento de las mujeres próximas a la cuarentena, con la vida profesional y familiar estable, que intentan ser madres recurriendo a técnicas de reproducción artificial. El 2006 fueron un 1% y el 2014 la cifra creció hasta el 4,5%. H