El Tribunal Supremo (TS) ha rechazado el recurso de casación interpuesto por A.J., el joven magrebí condenado por la Audiencia Provincial de Castellón a 14 años y tres meses de prisión por agredir sexualmente a una joven ebria y con un trastorno psiquiátrico en un coche. El TS ratifica, pues, la pena de cárcel y los 15.000 euros de indemnización para la chica.

En el ataque sexual participaron también otros dos hombres. Uno de ellos todavía no ha podido ser identificado, y el otro se encuentra en rebeldía desde junio del 2016. El sentenciado conoció a la chica en un bingo de Castellón. Según declararon probado los magistrados de la capital de la Plana, la joven pese a tener contraindicado el consumo de alcohol debido al trastorno psiquiátrico que padece (trastorno límite de la personalidad con rasgos patológicos, dependientes, depresivos y evitativos) comenzó desde primera hora a consumirlo. Conoció al ahora condenado en la sala de ruletas y, junto a él, tomó más alcohol y cocaína.

Víctima y sentenciado efectuaron, posteriormente, varios desplazamientos a la zona del Barranco de Almassora en un vehículo conducido por el acusado. Después de estar varias horas en diversos locales de ocio, se unieron a ellos dos amigos del procesado. Durante varias ocasiones a lo largo de la noche el condenado le pidió a la joven que lo besara, proponiéndole que se marcharan juntos a un hotel, a lo cual ella se negó. La chica y los tres hombres se montaron en un vehículo marca Wolkswagen Polo de color gris, diciéndole aquéllos a esta que la iban a llevar a su casa, pero en su lugar la llevaron a un descampado de la avenida del Mar de Castellón. Allí, de común acuerdo y aprovechando el estado de la víctima, que se encontraba especialmente debilitada y en situación de fragilidad por el consumo de alcohol y drogas, la agarraron con fuerza por los brazos para doblegar su voluntad y vencer su oposición. La tumbaron en los asientos delanteros del vehículo y el condenado la desnudó completamente y la agredió sexualmente.

Posteriormente y en presencia del sentenciado, uno de sus amigos obligó a la chica a hacerle una felación y, más tarde, también la penetró. A continuación, le dijeron que se vistiera y la llevaron en coche hasta el párking de un establecimiento comercial, donde la dejaron abandonada.

Según estimaron los jueces, «la situación psicopatológica de la mujer se vio agravada parcialmente por el ataque sexual».