Contundente condena para Antonio Tellado, el castellonense que secuestró, violó, apaleó y grabó en vídeo desnuda a su expareja, quien le había denunciado por maltrato y de la que tenía una orden de alejamiento. Los hechos sucedieron en 2018 y, por ellos, la Audiencia Provincial le impone al hombre -con más de 30 antecedentes, incluidos delitos de sangre- 22 años y ocho meses de cárcel por un delito continuado de quebrantamiento, amenazas graves, un delito continuado de agresión sexual, cuatro de violencia de género y uno contra la integridad moral, según detalla la sentencia a la que ha tenido acceso Mediterráneo.

Tellado, de 47 años, no quiso en el juicio ni contestar a su abogado, Carlos Santamaría, y guardó silencio absoluto. Según el tribunal, quebrantó a conciencia la orden de alejamiento que le impedía acercarse a su ex y continuó en la misma vivienda. Los magistrados ven probado que la mujer estaba «atemorizada por sus antecedentes», que incluyen un homicidio en 1996 --mató a otro hombre con un punzón-- y un intento de homicidio en prisión.

El condenado «la amenazaba con acabar con su vida y con la de su hijo de ocho años» y tras sufrir una fuerte discusión en la que él la cogió por el cuello, la víctima pudo cerrar la puerta de la casa y dejar al hombre fuera. Él comenzó a enviarle mensajes amenazantes, hasta que un día se ocultó en el portal y la abordó.«Si gritas te rompo el cuello», le espetó Tellado a su exnovia, cogiéndola por la fuerza, metiéndola en un coche y llevándola hasta una vivienda de su familia.

Una vez allí la retuvo bajo llave, la apaleó hasta que le sangraron los oídos, la agredió sexualmente y lo grabó con el móvil. Estuvo secuestrada una semana, hasta que con la ayuda de su hija --a quien pidió auxilio con un móvil olvidado-- logró volver a su domicilio. La sentencia le obliga a pagar una indemnización de 11.300 euros a la víctima de sus «torturas», como calificó el fiscal los hechos en su informe.

El relato de la víctima: «Me daba puñetazos todo el rato y decía que me iba a dejar ciega e inválida. Yo lo creía capaz de todo y tenía mucho miedo»

Tellado deberá enfrentarse próximamente a un nuevo juicio por matar a navajazos a su suegro, Casimiro López (conocido como Boni) en su casa del Grau en marzo del 2018. Mientras su expareja se encontraba en un centro de protección de mujeres por el riesgo extremo de su caso, su maltratador acudió a la casa --cerca de los antiguos talleres del puerto-- para vengarse. Como ella no estaba, amenazó y atemorizó con un cuchillo a la madre de esta, su padrastro y su hija. Acabó apuñalando mortalmente al hombre.