Miguel Martín Vargas, de 63 años, que fue asesinado el pasado 3 de julio en su casa de Miami Platja, en Mont-roig del Camp (Tarragona), es el exsuegro de Jorge Casas Cordero, el hombre al que los Mossos d’Esquadra le atribuyen la autoría de este homicidio y la del camarero ocurrida en Vilanova i la Geltrú (Barcelona), y que, además, el jueves dejó heridos a dos policías locales en el tanatorio de Gavà (Barcelona). La principal línea de investigación es que se trata de una venganza familiar. Al parecer, el pistolero, que estaba separado, había acudido al tanatorio de esta localidad donde se velaba el cadáver del exsuegro y aguardaba la aparición de una persona allegada.

Los Mossos registraron ayer, durante dos horas, la casa que ocupaba desde hace dos años el presunto asesino en Canyelles. Según fuentes policiales, en la vivienda, de dos habitaciones y un sótano, se encontraron numerosas armas de fuego, que los agentes han sacado en bolsas de basura para proceder a analizarlas. La casa donde residía Jorge presentaba un aspecto descuidado.