El asesino confeso Vicente Manuel Bou, de 51 años y natural de l’Alcora, mató a Vicente Beltrán, de 59 y vecino de Sant Joan de Moró, al propinarle, “como mínimo”, cinco golpes con una barra de hierro en el cráneo, la nuca, la espalda, la clavícula y el rostro.

Así lo confirmaron ayer los dos médicos forenses que practicaron la autopsia al cuerpo sin vida de la víctima, que se encontraba postrada en una silla de ruedas por su discapacidad física y fue hallada muerta en su finca de les Serretes de Moró en diciembre del 2014.

Vicente Beltrán sufrió un “shock traumático” y su muerte se debió a la concurrencia de las múltiples lesiones que el acusado le causó con los impactos. Entre otras, la fractura de la columna vertebral y un derrame que impidió, según explicaron ayer los especialistas durante la segunda sesión del juicio en la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Castellón, determinar el número exacto de impactos que recibió, que fueron, “al menos”, cinco y de “mucha intensidad”.

El fallecido no pudo oponer resistencia ni defenderse, ya que los golpes fueron, según el análisis del cadáver, por la espalda.

Los investigadores de la Policía Judicial de la Guardia Civil de Castellón declararon que Vicente Manuel Bou confesó la muerte desde el principio “por una deuda” de unos 12.000 euros que la víctima mantenía con él. “Dijo que fue un arrebato, que no pensó que estaba muerto y, tras revelar lo ocurrido, se quedó tranquilo y pausado”, explicó el instructor de las diligencias policiales en sala.

Uno de los agentes de la unidad de Criminalística reveló que el acusado había comido un sandwich en la escena del crimen, había bebido cerveza y que se había tomado un café, un extremo confirmado por una especialista de biología del instituto armado, quien halló restos del ADN del asesino confeso en el arma homicida, un vaso y restos de comida.

En su informe la fiscal mantuvo la petición de 16 años de prisión por un delito de asesinato, con la atenuante de confesión. Y es que la representante del Ministerio Fiscal hizo hincapié en la “alevosía” con la que Vicente Manuel Bou acabó con la vida de Vicente Beltrán, “asegurándose de atacarlo de forma inesperada para que no pudiera defenderse”.

Una versión radicalmente opuesta a la de la defensa, que pide tres años y 9 meses por un homicidio, con los atenuantes de confesión y preterintencionalidad, alegando que el procesado “quiso herirle, pero no causarle tanto daño”. El jurado popular empezará hoy a deliberar. H