Burriana fue escenario anoche de una tumultuaria pelea entre dos clanes gitanos rumanos. Al parecer llevaban toda la tarde buscándose, hasta que al final, después de un primer conato en la calle Encarnación, la riña se desencadenó en el vial Juan Bautista Soler Martí, en un bloque de pisos a la altura del número 2, sobre las 20.45 horas, donde reside una de las familias implicadas.

Aunque todavía no existe confirmación oficial, las primeras hipótesis barajan que el detonante fue que una joven ha quedado embarazada de un miembro de la otra familia, que no es su pareja, lo que provocó el enfrentamiento de ambos clanes por la disputa de la chica y de sus hijos. En el momento de mayor tensión, había 12 personas implicadas en la pelea, en la que se lanzaron todo tipo de objetos, lo que tenían más a mano, en el interior de la vivienda. De hecho, rompieron algunos cristales de las ventanas, que saltaron a la calle. Utilizaron palos, navajas y algunos testigos dijeron oír algún tiro, que pudo salir de una detonadora (pistola con balas planas de fogueo) que encontraron posteriormente los agentes desplazados al lugar.

DESPLIEGUE // Hasta siete patrullas, entre Guardia Civil y Policía Local, hicieron acto de presencia en el inmueble. Su rápida intervención apaciguó los ánimos, aunque fue necesaria la presencia de una ambulancia para asistir a la única mujer herida en el incidente. Precisamente, la embarazada, que presentaba algunos cortes, uno de ellos profundo, en los brazos. Pasadas las 23.00 horas, los agentes de la Benemérita, que se han hecho cargo del caso, continuaban en el lugar, identificando a los implicados y obteniendo más pruebas en el piso donde se desarrolló este incidente. Entre los retenidos, solamente habían denunciado a una mujer por portar una navaja.

La alarma vecinal saltó en el barrio, lo que hizo que mucha gente saliera a la calle y diera aviso a la fuerzas de seguridad para que acudieran rápidamente. Algunos de los residentes en esa zona recogieron de la vía pública varios objetos que los miembros de los dos clanes se lanzaron durante la agresión y que acabaron en la calle después de volar dentro del piso. Botes de cristal, botellas... daban pistas de la batalla vivida.