Rocío Cortés, de 25 años, y sus más allegados esperaban pasar el domingo celebrando la llegada de un nuevo miembro a la familia, una niña que había nacido por cesárea por la mañana en el hospital de Valme de Sevilla. Sin embargo, la jornada acabó de la forma más trágica posible. El ascensor en el que trasladaban a la víctima desde la sala de despertar hasta su habitación en planta se puso en funcionamiento con las puertas abiertas y con media camilla fuera, llevándose por delante, por desgracia, la vida de la joven progenitora.

Según reveló un familiar de la fallecida al periódico El Mundo, el celador que la conducía por las instalaciones del centro hospitalario entró con Rocío en el ascensor, pero comprobó que las puertas no conseguían cerrarse y procedió a sacar la camilla para probar en otro elevador. Para realizar la operación, el celador salió en primer lugar del habitáculo y justo cuando se disponía a tirar de la camilla de Rocío, el ascensor se accionó y empezó a moverse, con medio cuerpo de la joven aún dentro.

ATRAPADA // El cuerpo de la víctima quedó, de esa forma, atrapado hasta que la intervención de los bomberos permitió liberarlo, pero la mujer ya había muerto entonces, pese a que los facultativos sanitarios intentaron mantenerla con vida y reaminarla mientras era excarcelada.

Al cierre de la edición de este periódico, la última noticia al respecto de este truculento caso es que el cadáver de Rocío fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Sevilla para que le sea practicada la autopsia.

INCREDULIDAD // A la familia de Rocío, ama de casa y madre de otras dos niñas de 5 y 4 años, le costaba esta tarde digerir la tragedia y no atinaba a explicarse las desgraciadas circunstancias del accidente mortal.

El cuñado de la joven, paralelamente, anunció también a las mismas fuentes de El Mundo que la familia exigirá que se aclare por qué fallaron los sistemas de seguridad y que se depuren las responsabilidades si se determina que se ha producido alguna negligencia en las tareas de mantenimiento del elevador.

REACCIÓN INSTITUCIONAL // Una vez trascendió la fatífica noticia del fallecimiento de Rocío, las reacciones políticas no tardaron en producirse. La primera, la de la consejera de Salud de la Junta de Andalucía, Marina Álvarez, quien compareció en el hospital y, tras trasladar sus condolencias a la familia, explicó que el ascensor donde se produjo el incidente había pasado todas las inspecciones reglamentarias. En concreto, la última se produjo el pasado 12 de agosto. También se dio a conocer que el hospital reclamará un informe a la empresa encargada del mantenimiento para intentar averiguar qué pudo fallar.