La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Castelló acogió ayer el inicio de un jucio por presunta agresión sexual. Un joven, de 26 años, se sentó en el banquillo de los acusados por haber, supuestamente, violado a quien fuera su expareja. Los hechos por los que se le acusa tuvieron lugar, supuestamente, en el año 2018 en Torreblanca y cuando la Guardia Civil intervino para detenerlo, el hombre huyó por una ventana de la casa, saltó de azotea en azotea y se quedó varias horas en lo alto, amenazando con tirarse.

La víctima declaró tras un parabán y en su declaración hizo hincapié en que tenía «miedo» al acusado y también «dependencia emocional» hacia él. «Yo estaba en Torreblanca y él me llamaba insistentemente para decirme que se había quedado en la calle, que no tenía donde ir y lloraba. Al final, me dio lástima y lo acogí en mi casa», comenzó a contar la chica, quien previamente lo había denunciado por violencia de género y era consciente de que existía una orden de alejamiento.

«Me gritaba, me amenazaba, me levantaba la mano y decía que yo era suya y que iba a matar a mi familia. Me forzó y, al día siguiente, pedí ayuda a la Guardia Civil», declaró la afectada, a preguntas del fiscal. La agente que habló con ella también declaró como testigo. Recordó que se entrevistó con la chica en un bar.

LA HUIDA

«La denunciante nos comunicó que su exnovio estaba en su casa, que lo había dejado encerrado dentro después de que la agrediera sexualmente y nos dio las llaves para que pudiéramos entrar», explicó la guardia civil, quien incidió también en que el procesado escapó por una ventana y huyó de tejado en tejado hasta que no tuvo salida. «Se quedó durante horas en lo alto, amenazando con quitarse la vida. Estuvo tanto rato que tuvimos que hacer allí hasta el cambio de turno del servicio», afirmó la testigo policial.

El acusado, por su parte, negó cualquier la agresión sexual y alegó que las relaciones eran «consentidas». «Ese día hice la cena, comimos e hicimos el amor, como cualquier pareja. No la forcé ni nada», dijo en su interrogatorio. El abogado defensor cuestionó la versión de la chica e hizo referencia a unos WhatsApps que ella le envió al procesado el mismo día de la supuesta violación diciendo que le quería. La víctima le recriminó sus preguntas y dijo que «ninguna mujer maltratada tiene la culpa de nada». El juicio oral seguirá el jueves.