La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas como supuestos autores de un delito de tráfico de drogas y pertenencia a grupo criminal en varias localidades de la Plana Baixa. Los arrestados utilizaban el modus operandi conocido como telecoca, esto es, repartían las sustancias en viviendas particulares una vez que eran requeridos por los clientes.

La actuación de la Benemérita de Castellón se inició cuando los agentes del servicio de detección de estupefacientes que el cuerpo tiene en la provincia tuvieron conocimiento de que en las localidades de la Vall d’Uixó y Xilxes se podría encontrar dos domicilios dedicados al tráfico de diversas sustancias ilegales.

Tras comprobar la ubicación de las dos viviendas en estas poblaciones, se realizaron dos registros en los que los guardias civiles se incautaron de 200 gramos de cocaína en roca, 60 gramos de la misma sustancia en bolsitas de un gramo precintadas y preparadas para su venta, 36 bellotas de hachís con un peso total de 360 gramos, una pastilla de hachís de 50 gramos, 100 gramos de marihuana, balanzas de precisión, utensilios para precinto y dosificación, 6.000 euros, más de 2.100 lempiras hondureñas, material informático, varios terminales de telefonía móvil y tres vehículos.

Los agentes procedieron a la detención de dos varones y dos mujeres, con edades comprendidas entre 26 y 49 años. La Benemérita ha dado así por desarticulado un punto de venta de cocaína, hachís y marihuana que abastecía a varios municipios de la zona sur de la provincia de Castellón.

‘TELECOCA’

De hecho, el método de la organización era lo que se conoce como telecoca, esto es, que los componentes de la banda se dedicaban no a vender las sustancias en un único punto, sino a repartirlas a domicilio tras ser solicitadas por los consumidores. La Guardia Civil calcula que, entre los cuatro arrestados, podían llegar a realizar una media de 25 entregas diarias.

Se trata de una metodología que las fuerzas de seguridad conocen desde principios de los años 2000, cuando se comenzó a detectar primero en las ciudades fronterizas por Marruecos. Poco a poco, se ha ido expandiendo y se han desarticulado varias organizaciones en toda España. Se trata de una forma de actuación muy arriesgada, pues los delincuentes se exponen más a las denuncias.

Las diligencias, instruidas por componentes de la Guardia Civil de Castellón, han sido entregadas al Juzgado de Instrucción número 4 de la capital de la Plana.