La Policía Nacional detuvo en Málaga a un hombre de 63 años por su presunta implicación en un delito continuado de abusos sexuales y agresión sexual. La víctima era la nieta del agresor, menor de edad y que vivía un infierno cada vez que visitaba con su madre la casa de campo familiar donde residía el abuelo. Allí era donde el abuelo se aprovechaba de la nieta y mantenía encuentros sexuales con ella.

La investigación se inició el pasado miércoles. Los agentes supieron de lo que estaba pasando a raíz de la denuncia de la tía materna de la víctima. Dijo que una menor de edad estaba sufriendo supuestos abusos sexuales por parte de su padre. La niña especificó que era su sobrina y también nieta del presunto agresor.

La propia Policía Nacional explica que, durante la investigación, pudo demostrar que el arrestado prolongó el infierno de la niña durante tres años. Es el tiempo en el que «abusó sin ningún escrúpulo de su nieta». Los agentes de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) explican que la sometía «bajo manipulaciones y amenazas constantes».