La casualidad quiso que José María Serrano y Verónica Martínez estuvieran el pasado viernes en el lugar y momento oportuno para dar la voz de alarma y salvar la vida a los dos niños que no podían salir del mar entre Morro de Gos y la playa de la Concha. Esta pareja de Toledo se encontraba pasando una semana de vacaciones en Orpesa. «Estábamos pescando, vinieron unos niños y se tiraron al agua. Me asomé para ver cómo salían y vi que las olas venían muy fuertes. Los golpeaban contra las piedras y no podían salir», recuerda él.

Aseguran que, tal y como estaba el oleaje, no podían tirarse al agua «porque era un suicidio». Entonces, decidieron actuar rápidamente. Mientras ella llamaba al 112 e intentaba tranquilizar a los niños, que estaban cansados y asustados; José María cogió el coche para ir hasta un puesto de socorrismo a dar la alerta. «Cuando llegué les dije: Vamos corriendo, pues hay unos niños que se ahogan y ya no pueden más». El toledano llevó a los socorristas en su propio coche y los efectivos, ayudados por una moto acuática, lograron poner a salvo a los pequeños. «Lo que hicimos lo hubiera hecho cualquiera en ese momento», explica la pareja.

«Estuvieron en el agua 20 minutos, las olas les golpearon varias veces contra las rocas y temimos por sus vidas», recuerdan, mientras advierten de la peligrosidad de lanzarse al mar en esa zona y quedar atrapado.