La Audiencia Provincial de Castellón ha dictado una segunda sentencia condenatoria contra Samir Bounefouf Méndez, el joven de 23 años condenado por asesinar a su madre, Ana María Méndez, a cuchilladas y quemar su cuerpo para simular un incendio en su vivienda de la calle Centelles de Vinaròs. Después de que un jurado popular lo declarara culpable, el máximo órgano provincial le impuso 27 años de prisión el pasado mes de marzo, aplicándole la atenuante de reparación del daño, ya que el procesado, al comenzar el juicio, anunció que ofrecía a sus tres hermanos la parte del piso que le correspondía.

Tras recurrir la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia, este ha ordenado que se dicte un segundo fallo sin aplicar dicha atenuante al procesado, elevándose la pena de cárcel del joven magrebí hasta los 30 años por los delitos de asesinato e incendio con el agravante de parentesco, según han confirmado fuentes judiciales. El juez le impone, asimismo, una indemnización total de 260.000 euros para sus tres hermanos, según reza la segunda sentencia dictada a la que ha tenido acceso este periódico.

Tal como quedó probado en el juicio, Samir Bounefouf atacó a su madre el 23 de junio del 2015 tras mantener ambos una discusión. Le asestó, como confirmó la autopsia realizada por los forenses, 34 puñaladas, siendo la primera de ellas en el cuello, que le seccionó la yugular.

La mujer murió por un shock hemorrágico tras agonizar durante diez minutos. El condenado limpió la sangre con amoníaco, se deshizo de su ropa y escondió el cuerpo sin vida de su madre en una habitación del piso que utilizaban a modo de trastero y que estaba llena de ropa.

Cinco días después, los vecinos se quejaron del fuerte olor que desprendía el cuerpo. Fue entonces cuando el joven aprovechó, para no ser descubierto, para prender fuego a la habitación con el cadáver dentro.