El último crimen de violencia machista en la provincia ha conmocionado a Castellón por su crueldad al saberse que el vecino de Vinaròs Adrián M., de 22 años, descuartizó, presuntamente, a su novia, Nelea S., de 26, y enterró sus restos en una finca de Ulldecona, próxima a la AP-7. Un asesinato de extrema brutalidad que recuerda en el Baix Maestrat al caso vivido en el 2011, cuando José Juan García estranguló a su mujer, Esther Ortí, y emparedó su cadáver en una alquería propiedad de ambos en Tarragona.

La Audiencia Provincial de Castellón condenó al bautizado mediáticamente como el emparedador de Vinaròs a 17 años de prisión por el crimen machista.

El ensañamiento contra las mujeres en este tipo de casos ha ido in crescendo en los últimos años en la provincia, con el uso generalizado de armas blancas en la mayoría de los asesinatos. Cabe recordar que el doble parricida de Castelló, Ricardo Carrascosa, degolló el pasado mes de septiembre a sus dos hijas de dos y seis años como venganza hacia su esposa, y luego se quitó la vida lanzándose por la ventana de su casa de la calle Río Adra. Lo hizo con un hacha, asestándoles 17 golpes a las pequeñas. Fue un vecino quien descubrió el cuerpo del parricida, precipitado desde el sexto piso tras el crimen.

Ese mismo mes el exlegionario de Borriol José Luis Gallego Sánchez acabó con la vida de su novia, Eva Bou, cuyo cadáver fue encontrado con heridas por arma blanca en la casa que ambos compartían. El supuesto autor huyó en avión hasta Argentina y acabó siendo detenido por la Policía Federal y la Guardia Civil y extraditado a España, tras una exitosa y laboriosa operación policial.

Una pena de 70 años de prisión --la mayor condena en la historia provincial-- fue la impuesta a Óscar Lozano el pasado 2018 por el asesinato de su mujer en el municipio de Benicàssim. El hombre degolló a su esposa y apuñaló a sus dos hijos menores, siendo sentenciado también por dos tentativas de asesinato.